El recién estrenado diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) define divulgar como «publicar, extender, poner al alcance del público algo» y no hay nada mejor para éso, para «poner al alcance del público algo», que el vídeo. La utilización de piezas audiovisuales es, cada vez, un recurso obligado en las estrategias de comunicación diseñadas por las agencias de comunciación. El potencial de los vídeos está más que reconocido en la publicidad, pero ¿por qué no apostar por ellos a la hora de difundir contenidos de salud?

[separator headline=»h3″ title=»Herramienta de divulgación»]

Según el 2014 Future of Retail Study, editado por Walker Sands, la mitad de los consumidores afirman haber sido influidos por un vídeo online a la hora de tomar una decisión de compra. Llegados a este punto, si un vídeo puede llegar a modificar las preferencias de un demandante que termina decantándose por un producto concreto en lugar de por otro que pudiera satisfacer sus necesidades de manera, más o menos, similar, ¿puede un vídeo concienciar sobre un tema sanitario? Está claro que sí. La elaboración de piezas audiovisuales sobre aspectos relacionados con la salud contribuyen tanto a la difusión como al asimilamiento de éstos.

La publicación de un vídeo de salud no supone la divulgación de un contenido estático. Aprovechando las potencialidades de los nuevos canales digitales, los usuarios -que, a menudo, suelen realizar consultas relacionadas con la sintomatología de diversas patologías a través de la red- pueden ponerse en contacto, directamente, con los profesionales sanitarios, mejorando -aún más- la comunicación con éstos a través de las redes sociales. De igual forma, cada vez son más los profesionales de la salud y las clínicas que apuestan por la grabación, edición y difusión de vídeos como herramienta para conseguir: 1) un mejor posicionamiento en la red, mediante la generación de contenidos propios y de calidad y; 2) una mejora de su reputación online (objetivos que ya tratamos en ¿Por qué es importante editar un blog corporativo?).

[toggle title=»Postoperatorios tras una cirugía ocular con las técnicas LASIK y PRK» open=»true or false»][/toggle]

[pullquote align=»right»]El valor de un sólo minuto de vídeo equivale a casi dos millones de palabra[/pullquote]

Y es que, además de ser uno de los formatos más cómodos para el usuario que demanda información especializada en salud (existen un 41% más de probabilidades que un internauta haga click en un vídeo que en un texto), el formato audiovisual capta -gracias a su carácter dinámico y a la posibilidad de hilar diversos vídeos sanitarios- y retiene, mejor, la atención de un público que termina asimilando conceptos específicos relacionados con la sintomatología o el tratamiento de una patología. Según James McQuivery, analista de Forrester Research, el valor de un sólo minuto de vídeo equivale a casi dos millones de palabra.

[skill percentage=»41″ title=»41% | Probabilidades de que un usuario clickee un vídeo antes que un texto»]

[separator headline=»h3″ title=»Reafirma la búsqueda»]

Cuando trabajamos en la divulgación de vídeos de salud -en el caso de los profesionales de la comunicación- o buscamos -en el de los usuarios- contenidos relacionados con el ámbito sanitario, no debemos obviar que los motores de búsqueda siempre suelen relacionar vídeos con las palabras claves introducidas en el buscador. De esta forma, Google imprime más del 60% de las consultas con contenidos audiovisuales, y casi el 80% de éstas llevan a YouTube. Eso sí, recordando que la consulta de vídeos de salud a través de Internet no exime de la visita a un especialista.

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[tab title=»Cistitis y Sexo (vídeo)»][responsive][/responsive][/tab]
[tab title=»Cistitis y Sexo (orgánica)»][responsive][/responsive][/tab]
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[skill percentage=»60″ title=»60% | Búsquedas a través de Google, que relacionan vídeos»]
[skill percentage=»80″ title=»80% | Búsquedas relacionadas que dan como plataforma de vídeo a YouTube»]

No obstante, cuando hablamos de las posibilidades de la comunicación, siempre hay que recordar los preceptos básicos de la información. En La comunicación más allá de la nota de prensa explicamos que ABC de la información necesita que sea breve, concisa, novedosa y atractiva. Similares condiciones hay que exportar a la divulgación de contenidos de salud a través de una pieza audiovisual. Partiendo de la base de que el título tiene que expresar, en una frase corta que no quede cortada por el límite (alrededor de 60 caracteres) impuesto por el buscador de turno, la intención de qué se quiere comunicar y de cómo creemos que los usuarios buscarán sus consultas; el vídeo de salud tiene que contar con respuestas breves y concisas, claras para el espectador que espera obtener un conocimento novedoso y especializado con la visualización del vídeo y, ante todo, atractivo.

[pullquote align=»left»]De nada sirve editar una pieza audiovisual que no cumpla el objetivo para el que está ideada: comunicar salud.[/pullquote]

Y es que, según la compañía norteamericana, Visible Measure, los vídeos necesitan captar la atención del espectador en los primeros diez segundos de emisión. El profesional de la comunicación que edita un vídeo de salud debe ser consciente de que las respuestas que ofrece el sanitario entrevistado, necesitan enganchar al usuario, pues un 33% de éstos abandonan -por norma general- los vídeos antes de alcanzar el medio minuto de reproducción. De igual forma, y por norma general, el 45% de los vídeos reproducidos desde teléfonos móviles no exceden los seis minutos. Por lo tanto, de nada sirve editar una pieza audiovisual que no cumpla el objetivo para el que está ideada: comunicar salud; un propósito que perdemos realizando vídeos excesivamente largos o especialmente difusos en la divulgación de conocimientos.

[skill percentage=»33″ title=»33% | Usuarios que abandonan el vídeo entre los segundos 10 y 30″]
[skill percentage=»45″ title=»45% | Vídeos reproducidos en smartphones de menos de 6 minutos»]

[separator headline=»h3″ title=»Una demanda con pendiente creciente»]

Que la demanda de contenidos digitales está en auge es una obviedad, que el vídeo juega un papel decisivo en las búsquedas de los usuarios, un hecho. La demanda y consumo de vídeos desde el móvil ha experimentado un crecimiento del 400% en los dos últimos años, y éste es un campo -perfectamente abonado- para la explotación de contenidos de salud en las plataformas de vídeo más relevantes de Internet. Además, con la difusión de vídeos de salud a través de la red, conseguimos que nuestro mensaje cale más hondo en el imaginario colectivo de nuestro público objetivo, al mismo que tiempo que contamos con la posibilidad de que sean los propios usuarios quienes compartan y difundan los contenidos de salud especializados lanzados a la red de redes.

En COM SALUD, agencia de comunicación especializada en el sector sanitario, apostamos por la integración del vídeo dentro de la estrategia de comunicación. En los tiempos actuales, donde el entorno digital juega un papel determinante a la hora de divulgar conocimientos o gestionar una crisis, prescindir del vídeo y de sus posibilidades resulta contraproducente para los objetivos fijados en el plan de comunicación, y suponen una pérdida de alcance.

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