Junto a los selfies, los memes cada vez están más omnipresentes en las redes sociales, convertidos en un poderoso agente viralizador. Memes en comunicación política, deportiva, espectáculos… son cada vez más utilizados no sólo por usuarios particulares sino en estrategias de comunicación. Sin embargo, en Salud su difusión hasta ahora ha sido escasa, ¿tienen sentido en Salud los memes?
Para responder a esta pregunta, primero tenemos que remontarnos al origen del meme: réplicas de un original (de ahí deriva el nombre, mimético) los memes son copiados y modificados y se vuelven virales. Además, en muchas ocasiones, tienen un componente cómico y son, casi siempre, imágenes.
El elemento natural del meme es la red social pues su mayor cualidad es su gran capacidad de viralización. Esta cualidad le convierte en una poderosa herramienta de comunicación que sí podría ser empleada en el sector de Salud, tal y como es usada en otros ámbitos. Los mayores impedimentos para utilizar un meme en la estrategia de un hospital, clínica u otra organización sanitaria es la naturaleza sensible de muchas de las informaciones que se manejan en estas organizaciones. Pero si el meme sirve para concienciar sobre una enfermedad, una situación considerada injusta, hacer visible una necesidad o destacar una buena gestión ¿por qué no? El respeto es la barrera que nunca debería ser traspasada.
En la web Healthy memes se pueden ver ejemplos de memes utilizados para denunciar comida poco saludable, reivindicar una cura para el cáncer o destacar alimentos que consideran reivindicables. Algunos de los memes son discutibles pero constituyen buenos ejemplos de cómo puede ser utilizado un meme en Salud para viralizar.