Los profesionales de la salud más adaptados a las redes sociales son los mejor valorados por los consumidores y sus colegas. Esta es la principal conclusión de la Jornada Cibernàrium de divulgación tecnológica Salud 2.0: La web 2.0 aplicada a la salud. Conversaciones desde la experiencia, celebrada la semana pasada y que reunió a muchos de los profesionales de la salud que están más presentes y más están dinamizando las redes sociales, como el doctor Frederic Llordachs o el doctor Salvador Casado.
En el transcurso de este encuentro fueron presentados varios estudios que revelan la creciente influencia de la salud 2.0 en la reputación de un profesional de la salud, hecho que está cambiando la relación con otros colegas y con los propios pacientes. A este respecto, un estudio publicado en el Journal of Medical Practice el pasado año señala que “aquellos profesionales que utilicen los medios online dejarán atrás a los que no se decidan”, y quienes tengan presencia en el entorno 2.0 “encontrarán las vías para captar nuevos pacientes, construir confianza y credibilidad con los enfermos actuales y ganar reputación”.
El doctor Miquel Ángel Mayer, director del departamento de Web Médica Acreditada del Colegio de Médicos de Barcelona y profesor de la Universidad Pompeu Fabra, uno de los expertos participantes en esta jornada quien aboga por la acreditación independiente de las webs de salud, explicó que una de las vías para ganar credibilidad es con la fiabilidad de la información. La interacción es otra de las claves, según Miguel Ángel Mañez, experto en gestión sanitaria y subdirector económico en el Departamento de Salud Alicante-San Joan: “El uso de herramientas 2.0 con el paciente supone realizar actividades de atención y promoción de la salud utilizando un nuevo medio de comunicación, es decir, la base es la misma, sólo cambia el entorno. Uno de los problemas actuales es que el uso de estas herramientas supone una adaptación de la relación actual, centrada en el cara a cara, sin muchas posibilidades”. Por ello, añadió, “esa actitud, dirigida a tener muy claro que hay que estar donde está el paciente, es la base de todo lo relacionado con la web 2.0 Al fin y al cabo, la comunicación es uno de los elementos del sistema sanitario”.
Hace varios años funcionan en Estados Unidos plataformas de valoración de médicos como Vitals, Healthgrades, RateMDs, Yelp o Angie’s list. Los especialistas son clasificados en función de su experiencia, actividades extra profesionales, publicaciones, opiniones de los pacientes, etc. Alguna de estas páginas incluyen un muro, con los profesionales peor puntuados. Sin embargo, la valoración que realizan los usuarios de sus médicos en estos portales es similar a la que tiene lugar fuera de la Red, según una investigación de las universidades de Maryland y Minnesota (Estados Unidos) presentada en el congreso INFORMS Healthcare 2011. Para los autores del estudio, “las web de valoraciones no son el lugar que utilizan los pacientes descontentos para quejarse”.
En España existen directorios en los que los pacientes publican sus opiniones sobre los médicos, como Doctoralia, con una base de 50.000 médicos y 25.000 opiniones de enfermos, que sirven de guía en la elección del profesional. Uno de sus fundadores, el doctor Frederic Llordachs, considera que “todos los potenciales usuarios de la sanidad privada están ya en Internet y lo utilizan para buscar especialistas”. Según su opinión, “la gente se sigue guiando por lo que opinan otros pacientes. La diferencia está en la velocidad de acceso a esa información y en las posibilidades de interacción que ofrece la web 2.0”.
@doctorcasado
Y uno de los médicos más reputados en las redes sociales, con 4.500 seguidores en Twitter, es el doctor Salvador Casado. Pionero en atender a sus pacientes por correo electrónico y desde su blog, facilita consejos de salud de forma gratuita. Esa labor, aseguró en el transcurso de esta jornada, tiene su recompensa “en una mayor visibilidad y reputación, lo que es positivo tanto si se trabaja en la sanidad pública como privada, ya que los pacientes lo perciben como una mejora de la atención sanitaria “.