De cada seis pacientes de Medicare hospitalizados por motivos no quirúrgicos, uno volverá dentro de 30 días. Todos los años, tienen lugar unos 2,3 millones de reingresos entre los ancianos, lo que no sólo pasa factura a los pacientes y a los profesionales de la salud que cuidan de ellos, sino también a las aseguradoras, unos 17.000 millones de dólares a Medicare, la principal gestoria asistencial en Estados Unidos.
El gobierno de EE.UU está tomando medidas para frenar estos reingresos. El 1 de octubre de 2012, los Centros para los Servicios de Medicare y Medicaid (CMS, por sus siglas en inglés) comenzó a reducir pago a los hospitales de reingresos a los 30 días para los beneficiarios de Medicare para la insuficiencia cardiaca, infarto agudo de miocardio y la neumonía. En el último trimestre de 2012, la CMS señaló que la tasa de readmisión se redujo a 17,8% – frente a una tasa de entre el 18,5% y el 19,5% – lo que llevó a los funcionarios de la CMS a asegurar que el programa hospitalario de reducción de reingresos está logrando resultados.
Sin embargo, muchos hospitales se espera que sean penalizado por exceso de reingresos a través del programa. Dos tercios de los hospitales de Estados Unidos verán reducido el pago de Medicare hasta en un 1% en 2013, según una carta publicada en la edición del 23/30 de enero de la revista The Journal of the American Medical Association (JAMA).
Los profesionales de la salud aseguran que muchos reingresos son evitables. Hay iniciativas, tales como la mejora de la planificación del alta, que tienen lugar en los hospitales para reducir las readmisiones. Pero algunos expertos en seguridad de los pacientes dicen que se debe poner más atención en el ámbito ambulatorio y qué funciones prácticas debe desempeñar el médico para asegurar los traslados asistenciales seguras del ámbito hospitalario a fuera de él.
La American Medical Association está haciendo precisamente eso. La AMA convocó a un panel de 21 expertos en 2011 y 2012 para examinar los traslados asistenciales de los pacientes de los hospitales y otras instalaciones. Los hallazgos fueron publicados en febrero. Está disponible en la web de la AMA.
Al salir del hospital, los pacientes pueden tener un riesgo de daño o un error médico durante los traslados asistenciales al cambiar las responsabilidades de los profesionales de la salud. El informe de la AMA tiene por objeto mejorar la seguridad de los traslados asistenciales de los pacientes ofreciendo orientación práctica sobre las responsabilidades y funciones de las prácticas ambulatorias. Muchos estudios sobre altas de pacientes de los hospitales examinan los reingresos desde la perspectiva hospitalaria, mientras que el informe analiza las transiciones de los pacientes a través de la perspectiva ambulatoria.
El panel del informe ha elaborado un conjunto de cinco responsabilidades para las prácticas para las transiciones asistenciales al ambulatorio: Llevar a cabo una evaluación integral de salud para el paciente, establecer metas de atención a los pacientes, apoyo a la autogestión del paciente, promover el uso de medicamentos seguros y eficaces, y coordinar la atención con todo los miembros del equipo asistencial.
Para llevar a cabo estas responsabilidades, según el informe, las prácticas médicas debe estar guiada por cinco principios fundamentales: Enfoque en las necesidades y objetivos de los pacientes; colaborar con todos los miembros del equipo, incluyendo el equipo de atención hospitalaria, el uso de protocolos y procesos claros, hacer los ajustes que sean para cubrir la evolución en las necesidades del paciente y las metas de asistencia y ser flexibles para responder a las necesidades únicas de cada paciente. Los principios enfatizan la importancia de la comunicación y se centra en la asistencia centrada en el paciente durante todo el proceso.
El informe explica claramente los enfoques prácticos para la realización de las cinco responsabilidades para las prácticas médicas. Por ejemplo, el panel recomienda que los médicos y sus equipos realicen una evaluación integral de la salud en el ámbito ambulatorio en cada paciente para recopilar la información necesaria para determinar el perfil de riesgo del mismo y las fortalezas que pueden ayudar a manejar su cuidado. A los médicos también se les recomienda usar una herramienta de evaluación uniforme y estructurada, que sea fácil de actualizar. Se dijo que el instrumento de Evaluación Integral de Geriatría es consistente con los cinco principios del informe, y sus componentes son útiles para todos los centros de atención primaria.
Las recomendaciones sobre la realización de una evaluación son sólo uno de los muchos ejemplos de cómo los médicos involucrados en la gestión pueden ayudar a prevenir rehospitalizaciones y otros problemas. Además, se propone mantener la información organizada sobre cuestiones médicas y las metas de salud, utilizando herramientas de fácil lectura para ayudar a los pacientes con las tareas de autocuidado, y teniendo en cuenta los objetivos de un paciente agudo, a medio y largo plazo.
Poner las ideas del informe a la acción no será posible sin superar algunos obstáculos sistémicos. Por ejemplo, los cambios en el seguro de salud de un paciente pueden hacer que se interrumpa la continuidad de la atención. Los sistemas electrónicos de historiales médicos no siempre son interoperables a través de múltiples pacientes hospitalizados y ambulatorios.
Incluso en un sistema de atención de salud marcado por desacuerdos fundamentales en cada esquina, no hay duda de la necesidad de evitar reingresos innecesarios. El informe de la AMA proporciona a los médicos herramientas prácticas para asegurarse de que los pacientes tienen transiciones seguras de la hospitalización al ámbito ambulatorio.
La tecnología aplicada a la gestión sanitaria permite mejorar la eficacia del sistema sanitario. Se puede disponer de historiales clínicos en la nube, disponibles para cualquier profesional de la salud que participa en el proceso asistencial de un paciente, y de un análisis en tiempo real respecto a un paciente o un servicio con el cruce de miles de datos (Big data) relacionados con la gestión, en todos sus puntos, desde el tiempo de espera en consulta hasta la siniestralidad y los pagos. Parece obvio que el mayor incentivo a la puesta en marcha de estos modelos de gestión es el económico: bien directo a través del ahorro de costes innecesarios (gestiones duplicadas, archivos en papel que se pierden, etc.) o bien de bonificaciones a aquellos centros que gestionen mejor.
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