Las farmacias están incorporando las tecnologías aplicadas a la salud (TIC) para mejorar su atención a los pacientes en su casa, según un artículo que recoge El Global. Los Servicios de Ayuda Domiciliaria (SAD) puestos en marcha por diversos colegios farmacéuticos, por los cuales las farmacias acreditadas entregan directamente en el domicilio del paciente, principalmente dependientes, los denominados sistemas personalizados de dosificación (SPD), ya están plenamente desarrollados desde hace años en diversas regiones de España. Este sería el caso, entre otras, de País Vasco o Galicia.
Sin embargo, la ‘presencia’ de las farmacias en los domicilios puede ir mucho más allá de la entrega de SPD. En este sentido, las nuevas tecnologías abren un nuevo universo por explorar en el campo de la asistencia farmacéutica domiciliaria. Por ejemplo, servicios como la telemonitorización pueden resultar desconocidos a día de hoy para farmacéuticos y pacientes, pero cada vez son más voces las que hablan de ellos como una de las herramientas que acercarán todavía más, en un futuro próximo, la oficina de farmacia a casa.
La telemonitorización debe ser vista como «un complemento de los SPD y, de manera especial, de gran utilidad en pacientes que requieren un control periódico de otros factores que influyen en la evolución de su patología además de su tratamiento, como los hipertensos», indica Josep Arasa, farmacéutico especialista en Farmacia Industrial y Galénica y director de la empresa Sistemas de Dosificación de Medicamentos, que oferta servicios de este tipo.
Características del servicio
¿En qué consiste la telemonitorización? «Cuando el paciente se toma la medida de temperatura o tensión desde su domicilio, los resultados son enviados directamente a un servidor por dos tipos de vías: por teléfono móvil (a través de una aplicación creada para tal fin) o por vía bluetooth, si el dispositivo que se le ha facilitado al paciente en la botica para sus mediciones dispone de este sistema», explica Arasa.
De forma paralela, «el farmacéutico tiene acceso permanente a este servidor vía Internet para conocer los resultados de todas las mediciones realizadas por el paciente. Incluso, el propio servidor tiene establecidos unos márgenes de control que avisan al profesional cuando los resultados no se sitúan dentro de los parámetros normales», concreta este experto. En función de los resultados de estas mediciones, sobre todo si los mismos son negativos, el boticario actuaría en consecuencia: comunicándose con el paciente, informando al médico…
Experiencia en hospitales
La telemonitorización puede considerarse un servicio de futuro para mejorar la atención domiciliaria desde las boticas. En cambio, ya es una realidad en otros ámbitos asistenciales. Por ejemplo, la Generalitat de Cataluña ya utiliza este sistema en algunos de sus hospitales y, en concreto, en pacientes que han recibido el alta pero sobre los que se requiere mantener un control en la posterior hospitalización domiciliaria. «También este servicio ha llegado a las boticas de varios países europeos», recuerda Arasa.
No obstante, como en tantas otras situaciones, su implantación en las farmacias españolas tiene actualmente un principal enemigo: la crisis económica. «Requiere de la inversión del farmacéutico y del propio paciente (alquiler de los dispositivos), pero está demostrado que la telemonitorización reduce los ingresos hospitalarios y, por tanto, genera ahorros a la Administración», precisa Arasa. Por ello, como beneficiaria de este sistema, la Administración tendría mucho que decir en el objetivo de adelantar este futuro al presente.
See on www.elglobal.net