Un interesante artículo publicado en The Science in Society Review conduce a la reflexión sobre las posibilidades que abre para la relación médico-paciente la nueva era 2.0.
Sin duda, las tecnologías de la información han supuesto un cambio en la dinámica de la relación médico/paciente. Antes de la era Internet el médico era quién tenia la información médica y asesoraba a sus pacientes; ahora, con las nuevas tecnologías de la información y comunicación, el paciente tiene acceso a una amplia información médica y éste llega a la consulta del médico con información sobre posibles diagnósticos y tratamientos alternativos. Esta inversión de papeles presenta una serie de consecuencias para la práctica habitual de la medicina.
Según este informe, se ofrece ante los médicos una gran oportunidad para influir en el uso que los pacientes hacen de Internet. Aunque el paciente tiene ya acceso a una gran cantidad de recursos en línea, sólo el médico es capaz de mostrarle qué información es de calidad y ayudarle a interpretarla. Así, el médico puede proporcionarle información sobre sitios web fiables de contrastado valor científico y tomar un rol activo colaborando con estas webs en la elaboración de artículos y en el ofrecimiento de consejos «virtuales«.
Los autores concluyen asegurando que «si los médicos no se centran en estructuras de autoridad y, en su lugar, anticipan la incorporación de información on-line a su práctica médica, la dinámica entre médico y paciente podrá ser transformada positivamente en una asociación».