El pediatra Ramón Capdevila, impulsor de PediaTIC realizó una encuesta a todos los “adolescentes” que han aparecido por su consulta en 6 meses. Son 100 encuestas hechas a chicos/as de 8 a 14 años sobre sus hábitos de uso de Internet.
Para el doctor Capdevila, nos encontramos en un momento en que la franja de población que visitamos sufre lo que se ha denominado como “brecha digital”; los niños/as son “huérfanos digitales” (crecen en la red sin sus padres). Y los profesionales, del otro lado de la mesa, también viven la misma experiencia: tratan con población que no tiene el mismo paradigma de la comunicación y de la información.
A su juicio, trabajar con unas herramientas y una dinámica, un sistema, que no quiere ver (o le cuesta aceptar) «esta gran revolución nos puede llevar a una pérdida de conexión con la población atendida». Como asegura: «Esto lo veo con los padres/madres más jóvenes; es frecuente que me comenten que han ‘buscado en Google’ tal o cual duda sobre la posible patología de su hijo. Y yo no puedo responder que no hagan caso, porque sé que esta manera de buscar información gratuita en la Red es ya la forma de saber más extendida hoy en día».
Como señala, «los profesionales teníamos la exclusividad de las fuentes de información acreditadas”. Las grandes publicaciones requerían de una suscripción y no eran accesibles a todo el mundo. Pero hoy en día la cosa es diferente. Son las propias grandes editoriales las que ofrecen casi todas sus publicaciones de manera “accesible” y cualquiera las puede consultar. Y son los mismos “usuarios” los que “cuelgan” en la Red sus impresiones, reflexiones y fuentes de información sobre cualquier tema de salud.
Para el autor, «hemos de hacer el esfuerzo de entender este cambio y reorientar todo el trabajo que hacemos en el campo de la Salud para que los usuarios puedan disfrutar de lugares de información acreditados en la Red, para que prescribir información de la Red entre a formar parte de la promoción de la salud que realizamos en la consulta. Pero no tan solo esto, sino que hemos de hacer el esfuerzo, las Instituciones han de hacer el esfuerzo, de apoyar a todos estos/as profesionales que nos encontramos con este nuevo modelo. Facilitar el acceso a Internet en los Centros de Salud, implementar las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación como forma de relación entre profesionales (a nivel de atención primaria y hospitalaria), favorecer el uso de las TIC’s en la relación con el paciente, gestionar el trabajo sobre salud en las escuelas e institutos de forma adecuada a la nueva era digital, etc.».
Por último, concluye que «el campo de batalla ha cambiado, casi en 180º. Nuestros pacientes esperan de nosotros profesionalidad y formación para una buena prescripción en el sentido clásico de la palabra pero también nos pedirán prescripción digital”.
Los resultados de la encuesta:
Como era de esperar a la consulta siguen viniendo los “pacientes” acompañados de las madres: 79% vs 21%. Padres y madres de entre 35 y 50 años. El 97% de los progenitores disponen de ordenador en casa y el 96% con conexión a Internet. Destacar que un 71% no dispone de “Internet Segura”. 74% tienen una cuenta de correo electrónico, repartido entre Gmail i Hotmail, mayoritariamente. Los padres/madres no chatean, y a pesar de tener una cuenta en Facebook un 45% de ellos, solo tienen la cuenta abierta para poder “seguir” a los hijos/as (que evidentemente no los agregan como amigos y en muchas ocasiones son los propios hijos/as los que han abierto la cuenta a sus padres). Solo un 3% tiene cuenta en Twitter. Respecto al tiempo dedicado al “ordenador”, por los padres: un 67% menos de 1 hora al dia y un 25% “no le dedico tiempo”. El 97% dispone de teléfono móvil pero solo un 5% con conexión a Internet.
La encuesta fue igual para padres/madres e hijos/as pero con una pregunta final diferente para los progenitores: “Si tu hijo/a te pidiese ayuda para solucionar un problema de configuración de la privacidad en Facebook, lo sabrias hacer?”: 67% NO.

Los datos de los adolescentes son: 97% ordenador, 96% conexión a Internet, 71% sin “Internet Segura” (posibilidad de acceder a cualquier tipo de contenido en la red), ordenador en la habitación un 26%, correo electrónico 84% (mayoria de Hotmail, 70%), 78% chatean (Messenger o Facebook) con los amigos (no lo hacen con profesores ni entidades culturales, …). Tienen Facebook el 65% (un 78’5% con menos de 14 años). Dedican menos de 1h al día a “navegar-chatear” el 60% y un 12% lo hace más de 2h al día. Casi todos/as tienen webcam pero solo la utilizan un 18%. Un 45% tiene móvil (con un 2% de ellos con conexión a Internet).
Una vez contestada la encuesta, a los que disponían de Facebook, les pedí si podía “buscarlos” en esta red social para ver su perfil. Todos/as aceptaron. El 50% no tiene ningún tipo de privacidad (esto significa que cualquier usuario/a de Facebook puede acceder a todos los comentarios, fotos, datos del perfil, etc). Lo más chocante era escuchar el comentario de los progenitores: “cuando lleguemos a casa le diremos al hermano/a mayor que te arregle todo esto”; pocos hicieron la reflexión “es evidente que debo ponerme a entender de que va todo este mundo”.
Los padres que buscan información sobre la salud de sus hijos forman parte de los usuarios más activos de la Red, si bien muchos aún no se manejan con desenvoltura en los medios sociales. En el caso de la población adolescente, la brecha digital entre padres e hijos es más pronunciada, ya que la inmersión de los nativos digitales en medios sociales encuentra escaso parangón en la generación precedente.
Esa brecha digital dificulta las campañas educativas en salud dirigidas a los jóvenes, en las que la familia juega un papel clave. Por ese motivo, educadores y profesionales de la salud deben participar, junto con los padres y los chicos, en iniciativas que contemplen los medios sociales, cuya implantación en este público no sólo es superior a los medios tradicionales, sino que permite una interacción que es básica en cualquier campaña educativa en salud. Sólo con la participación de todos los actores puede subsanarse la brecha digitales, ya que incluso los padres o profesionales más alejados de un teclado encontrarán motivación suficiente para comenzar a hacerlo.
 
See on:  pediatic.com

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