España ocupa el puesto 16 en el ranking europeo de acceso a métodos anticonceptivos, debido a que no dispone de información online fiable sobre anticoncepción y a que existe un déficit en la financiación de los métodos anticonceptivos. Así lo concluye el Atlas Europeo de la Anticoncepción, un estudio presentado este miércoles por el Foro Parlamentario Europeo sobre Población y Desarrollo (EPF) y la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE). Además de estas contar con la participación de estas dos entidades, la iniciativa ha tenido el apoyo de la consultora Third-i y los laboratorios MSD.
El trabajo ha permitido analizar la disponibilidad de información online sobre anticoncepción y el acceso a productos y asesoramiento sobre el tema en 45 países europeos. Del mismo se extrae que en España el acceso a la anticoncepción moderna, entre la que se encuentra los métodos anticonceptivos reversibles de larga duración (LARC), es del 59,7%, lo que le sitúa en los puestos medios. De hecho, ha sido superada por países como Turquía, Portugal, Irlanda, Moldavia o Estonia, con un nivel de desarrollo económico y social menor. En los primeros puestos se encuentran países como Francia, Bélgica y Reino Unido. Sin embargo, los beneficios de los LARC son mayores que los métodos tradicionales puesto que tienen un índice de error menor y permiten reducir la tasa de abortos.
La puntuación obtenida por España se debe a que no existen webs respaldadas por el gobierno que ofrezcan información veraz e imparcial sobre anticoncepción y por las dificultades burocráticas y de financiación de los productos disponibles. Tanto que las mujeres españolas han de pasar por siete pasos administrativos para que les reembolsen lo pagado por una receta de anticonceptivos. Además, existen barreras que impiden el acceso a los métodos anticonceptivos modernos como el estado civil, el coste, la receta médica, la situación jurídica o administrativa, entre otros.
En los países que han quedado en mejores posiciones el apoyo público a la anticoncepción es mayor. En Francia, por ejemplo, hay subvenciones de hasta el 75% para todos los métodos y a coste cero para las mujeres más vulnerables y las menores de 18. En Gran Bretaña todos los productos son gratuitos. En España, sin embargo, existe mucha desigualdad, con una financiación que solo suele incluir algunos formatos de la píldora o algunas ayudas al DIU o los implantes, en algunas comunidades, frente a otras en las que no se subvenciona ninguno.
Los expertos que han participado en el estudio advierten de que está demostrado que un mejor acceso a los métodos anticonceptivos reduce las tasas de embarazos no deseados y, al mismo tiempo, contribuye a planificar las gestaciones y a mejorar el empoderamiento de la mujer. Por ello, reclaman a los gobiernos europeos que ofrezcan una información imparcial y rigurosa sobre los métodos anticonceptivos modernos, que su acceso sea un elemento esencial en la cobertura sanitaria pública, que se reduzcan los obstáculos y barreras y que se garantice el acceso a las personas jóvenes y más vulnerables, por lo que exigen que el precio de los mismos no sea un problema para ellos.