La hipocondria es un mal que conocemos bien en las sociedades desarrolladas, aunque su importancia tienda a subestimarse. Sin embargo, la irrupción del paciente empoderado y el uso cada vez más generalizado de Internet ha dado lugar a una nueva dolencia, con posibles consecuencias muy graves para el afectado y su entorno. Los expertos han bautizado a este nuevo mal como «cibercondría»: individuos sanos, llevados por una preocupación extrema sobre su estado de salud, buscan un auto-diagnóstico en Internet antes que acudir a su médico. Estos sujetos sólo consiguen aumentar su malestar y su nivel de estrés con tal búsqueda, experimentando un claro y mensurable empeoramiento de su salud.

A este respecto, una encuesta reciente realizada en Gran Bretaña ha mostrado que millones de ingleses buscan respuestas on line sobre su estado de salud antes que acudir al médico. Este fenómeno podría extrapolarse a otros países, como España. Otro estudio, realizado por el doctor Thomas Fergus, de la Universidad Baylor, en Waco (Texas), descubrió que temer una enfermedad o daño catastrófico, temor infundado o no, puede desencadenar preocupaciones sobre discapacidad, pérdida del puesto de trabajo y potenciales facturas médicas. Esta preocupación puede conducir, a su vez, a más búsquedas en Internet, incrementándose la obsesión del individuo, el estrés y su sensación de encontrarse enfermo. El doctor Fergus reclutó para su investigación a 512 sujetos sanos con una media de edad de 33 años para analizar cómo les afectaba la ansiedad. El investigador concluyó que, mientras temer lo peor sobre nuestra salud no es nuevo, información médica on line puede ser más inquietante y turbadora para el sujeto que los detalles contenidos en manuales médicos que pueden ser consultados u obtenidos directamente de un médico.

El estudio del doctor Fergus ha sido publicado en Cyberpsychology, Behaviour and Social Networking

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