El uso de apps se ha convertido en un fenómeno mundial, pero es en Salud donde su potencial de crecimiento es más grande, debido a la capacidad de estas aplicaciones para promover la Medicina preventiva y a los beneficios que puede implicar su uso en ahorro de costes y maximización de los recursos sanitarios. En concreto, uno de los ámbitos de mayor beneficio derivado del uso de las aplicaciones móviles es en el manejo de las enfermedades crónicas, pues estas enfermedades son las que generan mayor gasto sanitario en todo el mundo. En España, los pacientes crónicos, que representan un 20% de la población general, concentran más del 70% del gasto sanitario y más de un 40% presentan multi-morbilidad, es decir, reciben tratamiento para múltiples enfermedades. De este modo, existe una alta probabilidad de error, con un riesgo manifiesto para la salud del paciente y un elevado coste para el SNS. Este problema irá en aumento, debido a la evolución de la pirámide poblacional y al incremento de la esperanza de vida, lo que incide en un consumo mayor de medicamentos.
En Europa, los países escandivanos y Gran Bretaña fueron los primeros en ser conscientes de la eficacia de las apps de salud en la atención a los pacientes con enfermedades crónicas. El mayor número de apps disponibles puede encontrarse en diabetes, con utilidades como iBGStar® que, unida a un dispositivo para medir la glucosa en sangre conectado al iPhone permite recoger datos y compartirlos con el médico, integrándose en la rutina diaria de los pacientes, o Carbs&Cals, que permite a los diabéticos hacer un recuento de las calorías y carbohidratos que consumen a partir de fotografías de diferentes porciones de comidas y bebidas.
Sin embargo, en nuestro país las opciones disponibles están mucho más limitadas, destacando iDoctus entre las aplicaciones móviles para médicos que pueden ser empleadas en el manejo del paciente crónico. iDoctus es la primera aplicación móvil de ayuda clínica en español que cubre todas las facetas de trabajo diario de los profesionales sanitarios y, aunque está diseñada para médicos de todas las especialidades, es especialmente útil para revisar las interacciones farmacológicos en el caso de tratamientos complejos de pacientes pluripatológicos.