Hoy hemos leído una curiosa noticia en La Razón: «Los españoles no quieren al jefe en las redes sociales». Según una encuesta de Adecco a 2.020 trabajadores usuarios de Internet, no son muchos los españoles que deciden agregar a sus jefes a redes sociales. La compañía asegura que los hombres están por encima de la media y las mujeres por debajo, y que cuanto más joven es el trabajador, más proclive es a relacionarse con su jefe en estas plataformas.
Además, todo depende de los puestos dentro de la empresa, según un estudio de Liberty Mutual’s Responsibility Project (EE.UU.). Más de la mitad considera que es irresponsable ser amigo del jefe en alguna red social y el 62 por ciento piensa que está mal que el jefe tenga como contactos a sus empleados. Sin embargo, un 76 por ciento no cree que exista ningún problema en ser amigo de compañeros del mismo nivel en una red social.
Y en lo que se refiere a las redes sociales más proclives a que los empleados acepten a su jefe, en primer lugar se encuentra Facebook. Un 14,71 por ciento de los encuestados han señalado que si tiene agregado a su superior. Por otro lado y con datos muy diferentes está LinkedIn, pues, solo un 3,58 por ciento tienen en su lista de contactos a su jefe e incluso tratándose de un red especializada en relaciones profesionales.
Más allá de la anécdota nos preguntamos qué sociedad reflejan estos datos:¿una sociedad jerarquizada de forma estanca, impermeable entre sus diversas capas y poco flexible? ¿Una sociedad caracterizada por malas relaciones laborales? Quizá olvidamos a veces que, cuanto mejor sea la relación entre jefe y empleado, más productivo puede ser para la empresa y sus integrantes.